viernes, 16 de agosto de 2013

VIERNES 16 DE AGOSTO

VIERNES 16 DE AGOSTO

Familia REV la mejor mañana para todos ustedes, gozosos que estamos llegando a este hermoso viernes donde una semana más termina, seguimos con vida y es suficiente razón para agradecer al Señor por sus maravillas. Abba Padre. Sin duda alguna esta semana nos hemos enfrentado con mil situaciones que más de una de ellas nos agobiaron y no sabíamos cómo salir de ellas pero el don de la fe de Dios que está en nosotros nos ayudo para seguir de pie creyendo que Dios tiene todo bajo control.

Jesús dijo “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Marcos 11:23). Esta semana Dios me ha mostrado una vez más que Dios busca personas que vivan delante de él sin temor. El quiere que sus hijos estén tranquilos y que reposen confiados completamente en sus promesas. Dios llamó a esto “entrar en mi reposo.” Por eso llevó a su pueblo a un desierto desolado, donde no había agua, ni comida o medios de subsistencia, dándoles a ellos sólo su promesa de que él los guardaría. Su mensaje para Israel fue simple, “Tened fe en mí.” El los llamó a poner sus confianzas en que él haría lo imposible para ellos. Pero de acuerdo al autor de Hebreos, el pueblo de Dios nunca entró en ese reposo durante esa época, porque ellos no confiaron en sus promesas. A nosotros entonces se nos advierte, que tengamos cuidado, no sea que nos perdamos de entrar en el reposo de Dios debido a la incredulidad.

La “montaña” delante del pueblo de Dios, es y siempre será la incredulidad. La montaña de preocupaciones, de la escases, de la enfermedad, del miedo, del desánimo. La realidad es que, todas estas cosas nacen de la incredulidad. Y Jesús les estaba diciendo a sus discípulos, y también a nosotros hoy día: “La incredulidad es como una montaña de obstáculo en vuestro corazón y no puede ser movida. Tiene que ser expulsada, o no podré trabajar con vosotros”

Donde hay incredulidad, Dios no puede trabajar. La incredulidad es siempre la montaña que impide la completa revelación y bendición de Dios. Cuando perdemos la fe, estorbamos para que Dios haga grades cosas. Recuerda esto “Dios no puedo hacer lo imposible en tu vida, mientras una montaña de incredulidad esté delante de ti.”

El obstáculo montañoso de incredulidad en nuestros corazones puede verdaderamente ser expulsado, pero sólo por fe. Las cosas que deseamos, cuando se las pedimos a Dios con fe, nos serán dadas, pero nuestra parte es creer que las recibiremos, y las tendremos. Recibo que este fin de semana usted le cree a Dios y empieza a expulsar toda montaña de incredulidad de su vida y la próxima semana inicia viviendo en la dimensión del don de la fe de Dios. BCTB

Los Amo Con Amor No Fingido
Ab Murillo

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