sábado, 3 de agosto de 2013

SÁBADO 3 DE AGOSTO



El mejor fin de semana Familia REV, Durante esta semana hemos estado hablando sobre nuestros PENSAMIENTOS y la verdad es que hemos sido edificados y no solo eso sino que hemos entendido que hay una guerra que se desata diariamente a nuestro alrededor.

Sin embargo, sorprendentemente muchas veces no nos damos cuenta de ello. La lucha no es por alguna propiedad o por alguna herencia familiar o por algún bien monetario, el premio a ganar en esta guerra tiene mucho más valor que eso. la batalla es por nuestra mente. El apóstol Pablo escribe en 2 Corintios 10:5 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

Dios me ha enseñado que si quiero vivir mi vida a la máxima potencia, debo tener cuidado de mis pensamientos y mis palabras, ¿Por qué? Bueno, nada menos porque el blanco principal de nuestra carne esta en el área de nuestros pensamientos. Nuestra carne sabe muy bien que si logra controlar y manipular como piensa, podrá controlar y manipular cada área de nuestra vida; Claro está que los pensamientos determinan las acciones, las actitudes y la imagen propia. En realidad, los pensamientos determinan mucho de nuestras acciones diarias; Mi padre usaba siempre un dicho “La mente ociosa es el taller de Satanás”, y la verdad es que aunque quizá usted no esté en esa situación ahora, no obstante, el principio que enseña este refrán no deja de ser cierto, especialmente si usted deja que su mente vague por lugares que Dios ha dicho que están fuera del límite.


Vivimos en una sociedad que vive aprisa y nuestra mente rara vez está ociosa, aunque se puede volver ociosa para las cosas de Dios, cuando olvidamos que Él siempre está presente en nuestra vida. En Filipenses 4:8, Pablo dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguno digno de alabanza, en esto pensad”. Pablo sabía que no podía controlar los pensamientos tentadores que pasaban por su mente, pero sí podía controlar las cosas en que pensaba deliberadamente, podía guardar sus pensamientos en Cristo.

Permítame hacerles unas preguntas, ¿En qué piensa usted en su tiempo libre?, ¿Qué cosas se le ocurren cuando va en su auto o en el autobús o cuando está trabajando o en casa?, ¿Piensa usted en las cosas que Pablo menciona en este versículo?, ¿Piensa en cosas que edifican?, ¿Tiene pensamientos que le traerán bendición o son pensamientos negativos?, ¿Piensa hacer el bien a otros o piensa en hablar cosas que van a herir, lastimar y traer problemas a tu prójimo?, ¿Tiene pensamientos que van ayudar a la obra de Dios o piensa en cosas que causaran división a la iglesia, su empresa o entre sus compañeros? Cuando no llenamos nuestra mente con pensamientos de paz, de amor, de bondad y de fe, entonces creamos un vacío que se intentará colmar de inmediato con todo lo opuesto: preocupación, odio, maldad, amargura, desconfianza, rencor y duda. 


La mente no para ni un instante, ni siquiera cuando dormimos; todo el día está generando pensamientos de acuerdo a la materia prima con que la alimentamos, y esa materia prima la constituyen las conversaciones que hemos tenido, la música que hemos escuchado, los programas que hemos oído o visto en la radio o televisión, el cine que hemos consumido, las páginas de internet que hemos visitado, los lugares que hemos frecuentado, los libros que hemos leído, las cosas que contemplamos a diario y las personas con las que nos rodeamos.

Por tal motivo es importante darle de comer a nuestra mente buena comida, y tenerla ocupada en asuntos importantes que valgan la pena para nuestro provecho, para nuestro progreso, para nuestra madurez y sano desarrollo. Una mente bien disciplinada puede llevarnos muy alto en la vida, pero también, si es indisciplinada, puede enterrarnos muy profundo. Aunque en la Biblia no se habla de la mente específicamente, si se le menciona cuando se hace referencia al corazón, pues en lugar de describirlo como el músculo que bombea sangre a todo el cuerpo, lo muestra como el generador de los malos pensamientos, las malas actitudes y los malos comportamientos; Por lo cual también enseña que ese corazón, que equivale a la mente, hay que guardarlo, protegerlo, cuidarlo y disciplinarlo, ya que de él mana la vida.


De manera que de ahora en adelante, procura llenarte mentalmente de cosas positivas, no expongas tus ojos y oídos a material contaminante. Vigila bien lo que le das de comer a tu cerebro, pues tus neuronas te pueden enriquecer o te pueden empobrecer, dependiendo de la materia prima que les des a procesar, y jamás se te ocurra dejar tu mente ociosa, porque se convertirá en una máquina sumamente peligrosa.

Mis amigos, no permitan que los deseos de tu carne los engañen con pensamientos tentadores. Controle su manera de pensar concentrándose en Cristo y su gloria. La mente es como un empleado necio al que hay que tener ocupado productivamente.

El Mejor Fin De Semana Los Amo Con Amor No Fingido.

Ab Murillo

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